Según un estudio de la Association of American Colleges and Universities, en 2015 el 70% de los Universitarios consideran poseer las habilidades y competencias necesarias para tener éxito en el «mundo real». Sin embargo menos de un tercio de los reclutadores secundan esta idea.
Hace un par de días y al hilo de este estudio, Laurence Bradford (Founder de Learn to Code With Me) definía en Forbes «8 Real World Skills College Doesn’t Teach You«:
1.- Networking construcción de relaciones sólidas
El Networking es, en pocas palabras, conocer a gente nueva en un contexto profesional, forjar una conexión, construir relaciones a largo plazo y provocar una reciprocidad en el valor que se le da esa relación. Esta habilidad es esencial, ya que el 85% de éxito de una persona se debe a la «ingeniería humana», es decir, su personalidad, su capacidad de comunicación, sus habilidades de negociación y su inteligencia emocional. Sólo el 15% se encuentra vinculado al conocimiento técnico.
2.- Establecer objetivos realistas
Fijar objetivos con plazos realistas es una habilidad importante a tener en cualquier trabajo, especialmente cuando no existe una persona que marque el rumbo a seguir. Además supone una tarea valiosa en el desarrollo y crecimiento personal. Una táctica que sugiere Forbes es marcarse un objetivo a largo plazo y deshacerlo, después, en metas más pequeñas. Además, conocer hasta dónde se quiere llegar resulta muy útil durante las entrevistas de trabajo.
3.- Dar prioridad a las tareas y oportunidades de empleo
La capacidad de analizar cada una de las tareas y clasificarlas por orden de importancia es una habilidad muy útil, que puede aplicarse incluso fuera del entorno laboral. Por otro lado, ser ordenado en cuanto a las prioridades supone una ventaja en el momento en el que se genera una confluencia de oportunidades laborales que sirve para no desviarse del camino marcado para llegar a esa gran meta final. Además, esto no implica establecer un único camino a seguir, se pueden recorrer distintos senderos, es decir, establecer diferentes planes, siempre y cuando éstos terminen llegando al mismo destino. Contar con un ‘plan A’ y un ‘plan B’ puede ayudar a evitar frustraciones innecesarias y aprender a decir ‘no’ lo antes posible ahorra futuros enredos.
4.- Aceptar los cambios y adaptarse a ellos
Aceptar que uno no siempre tiene la razón pero, sobre todo, aceptar las órdenes y estar abiero a las sugerencias puede llegar a ser una tarea difícil pero, también, fundamental para el crecimiento laboral. Apartar el ego personal, independientemente del cargo que se ocupa en la empresa, es el camino más seguro para el éxito profesional. Es vital, por tanto, escuchar a los compañeros, superiores o clientes y tener sus comentarios en cuenta.
5.- La colaboración en un equipo multifuncional
Los equipos multifuncionales son un grupo de personas con diferentes conocimientos y especialidades que trabajan juntos para lograr un objetivo común. Esta colaboración se encuentra muy alejada de los esquemas de trabajo colaborativo de las Univerdsidades, donde los perfiles del grupo son muy similares entre sí. Según Forbes, las personas que trabajan en equipos multifuncionales deben ser capaces de comunicarse sin problemas, incluso cuando se producen conflictos entre las distintas visiones sobre un mismo tema derivadas, fundamentalmente, por esa diferencia de perfiles profesionales dentro del equipo.
6.- Escribir para el lugar de trabajo
Al igual que existen distintas formas de expresión cuando se redacta un informe, un documento científico o un trabajo de investigación, también existe una forma específica de redacción dentro del entorno de trabajo. Sea cual sea el contenido y la forma en la que se transmite la información dentro de una empresa (como un correo electrónico, informe, plan estratégico etc.) se ha de ser capaz de comunicar de una manera clara, concisa y profesional.
7.- Venta y negociación
Saber venderse y adquirir la confianza suficiente para negociar las condiciones de trabajo supone un paso adelante en la dirección de la entrada al “trabajo ideal”.
8.- Situarse al frente de un equipo
El reparto de las responsabilidades puede ser incómodo durante el periodo universitario y a menudo suele derivar en la carga del trabajo sobre una única persona, sin embargo, a nivel laboral, el liderazgo consiste en conocerse a uno mismo y lo que representa, delegando determinadas tareas sobre las personas adecuadas, manteniendo la integridad del equipo y siendo una persona colaborativa y abierta a sugerencias.